miércoles, 6 de octubre de 2010
La pesadilla del Alzheimer
Hace unos días, el 21 de septiembre, fue el Día Internacional de la enfermedad neurodegenerativa de Alzheimer, esa nueva plaga sanitaria que se extiende silenciosa pero fatalmente entre la Humanidad.
La enfermedad o mal de Alzheimer tiene una característica que, en un mundo donde la tecnología y los avances médicos parecen poderlo casi todo, la hace aterradora, y es el hecho de que, hoy por hoy y me temo que durante bastantes años, es incurable, y los medicamentos y tratamientos existentes únicamente intentan retardar o amortiguar los efectos de la neuro-degeneración.
Es decir, su diagnóstico significa entrar en el "corredor de la muerte" de un peregrinar por médicos y hospitales, de tomarte varias pastillas en cada comida, y de saber que inexorablemente, en los próximos meses o años (la duración media con vida de un paciente es de 10 años desde el diagnóstico precoz), tu cerebro se irá apagando lentamente y tus recuerdos se irán volatilizando, dejándote mientras en la soledad más absoluta, la de vivir entre extraños que no conoces aunque te digan que son tu familia o tus amigos, y que te obligan a hacer cosas que no comprendes...
Hasta ahora la sociedad está ignorando y escondiendo la existencia de esta nueva plaga, asociada al aumento en la esperanza de vida de la población, y usualmente sólo las personas entre cuyas familias o amistades han conocido a algún enfermo de Alzheimer suelen estar mejor informadas y concienciadas; pero se estima que hay ya unos 25 millones de enfermos de Alzheimer diagnosticados en el mundo, y que de aquí a 20 años la cifra se multiplicará por 10 y desbordará los sistemas sanitarios de casi todos los países...
Por eso las iniciativas de los familiares de algunos personajes famosos, como las de los políticos Jordi Solé Tura y Pasqual Maragall, mostrando al público la realidad de la enfermedad en sendos documentales, es algo digno de elogio y además han sabido tratar el lado humano de la enfermedad sin caer en el morbo, sin escenas o situaciones truculentas y dignificando al enfermo. Recomiendo ver, entre otros, ambos documentales:
- El de la Jordi Solé Tura "Bucarest, la memoria perdida" de 2007, elaborado por su hijo, es un homenaje a la memoria de la vida de su padre antes de caer en la enfermedad, en contraste con sus últimos años de vida (falleció en 2009).
- El de Pasqual Maragall "Bicicleta, cuchara, manzana" de 2010 narra la vida del político desde que le diagnosticaron la enfermedad, mostrando su evolución, mezclado con un reportaje científico y social sobre la enfermedad.
Cuando uno piensa en las consecuencias de perder lentamente y sin remedio la memoria y la noción de la realidad, sientes que esa falsa sensación de que la medicina lo puede todo se desvanece y te entra el miedo egoista a ser el "elegido" en el fatal sorteo del Alzheimer... Tienes miedo a que haya factores genéticos que te predispongan (es mi caso, mi padre es un enfermo de Alzheimer), y quieres hacer algo, pero no sabes qué... Realmente sólo puedes esperar que los científicos especializados encuentren pronto algo, lo que sea, que salve a tu padre y que evite que uno mismo sufra en el futuro esa destrucción de nuestra memoria...
Esperemos que iniciativas como las de la Fundación Alzheimer Internacional de Pasqual Maragall y otras (Fundación CIEN, Fundación Alzheimer España, etc.) aceleren esa busqueda y ese descubrimiento...
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Muy dignas de elogio esas iniciativas. A mí la verdad es que me impresionó mucho la película sobre Pasqual Maragall: es todo un luchador. Me caía bien, pero ahora siento admiración viendo como lucha contra la enfermedad y hace todo lo que está en su mano para que algún día se encuentre un remedio que cure a otros. Hay que tener esperanza.
ResponderEliminarEl cáncer también (no hace tanto) era otra plaga bastante terrible e invencible, cuando lo detectaban ya no había nada que hacer en muchos casos. Ahora "cáncer" sigue siendo muy grave, pero ya no es sinónimo de "fin": cada vez se detecta más precozmente y hay tratamientos más eficaces. Esperemos poder decir lo mismo del Alzheimer dentro de poco ...
No parece haber una solución al Alzheimer, al menos a corto plazo. Para Pep, como para otro amigo cuyo padre lo sufre desde hace muchos años, mi apoyo y mi comprensión; estoy seguro de que todo el afecto y tiempo que se les dedique no es baldío.
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